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    EU va por todo en el TLC
    25/08/2017

    Tijuana, B.C., a 25 de agosto de 2017.- Luego de que Donald Trump anunciara en Phoenix que Estados Unidos no llegaría a un acuerdo con México y Canadá sobre el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) y que contemplaría el fin de las renegociaciones que iniciaron apenas la semana pasada, la Dra. Leticia Hernández Bielma, Profesora-investigadora del Departamento de Estudios Económicos de El Colegio de la Frontera Norte (El Colef), nos dio su opinión sobre la primera ronda de negociaciones y las implicaciones que las rodean.

    Comenzó por remarcar el hecho de que Estados Unidos fue quien, no solo sugirió, sino que exigió una renovación total del TLCAN. “Estados Unidos va por todo, su postura es a la ofensiva, poniendo sobre la mesa lo que quiere y lo que no quiere”. Abundó en que México, por su parte, no deseaba renovar el Tratado, pero se vio obligado a renegociar adquiriendo un  papel totalmente a la defensiva.

    Indicó también que el Tratado de Libre Comercio de América del Norte comprende múltiples aspectos, pero unos con más peso económico e importancia tanto para México como para Estados Unidos que otros, y mencionó que el tema más importante en términos económicos al respecto es sin duda el de la industria automotriz.

    “Lo que el país norteamericano quiere es modificar las reglas de origen: actualmente, la regla señala que el 62.5% de los componentes para ensamblar un automóvil deben ser provenientes de Norteamérica, y Estados Unidos quiere incrementarlo”, informó la catedrática.

    Agregó que en el fondo, los Estados Unidos está renegociando, a través del gobierno mexicano, con sus propias empresas transnacionales, principalmente las automotrices; ya que lo que quiere el país anglosajón es presionar a que regrese la producción a suelo norteamericano o, en su defecto, que el porcentaje de insumos estadounidenses utilizados por las ensambladoras en territorio mexicano se incremente y de paso ponerle un alto al trampolín que significa México para las empresas asiáticas hacia el mercado estadounidense. De allí que “El único beneficio del que seguirían gozando las empresas de la Unión Americana es, la mano de obra barata y las pocas restricciones en términos laborales y ambientales”, afirmó la académica. Por lo que negociaciones del gobierno mexicano en términos de asegurar mejores condiciones laborales y ambientales serían muy difíciles en este contexto.

    Respecto a las declaraciones de Donald Trump en Phoenix en días pasados sobre la salida de EU del TLCAN, la Dra. Leticia Hernández comentó que podrían darse dos interpretaciones: la primera, que a Estados Unidos definitivamente no le interesa continuar con el TLCAN y  quiere presionar para hacer regresar a su territorio a todos los segmentos de su industria automotriz; y la segunda, que el discurso del presidente Trump es para influir en el estado de ánimo de las negociaciones y que las autoridades mexicanas accedan más fácilmente a todas sus condiciones ante el temor de que el país vecino abandone el acuerdo.

    “Esta no es una negociación típica en la que cada país propone algo y se llega a un acuerdo, pues el único acuerdo que Estados Unidos quiere es el que se acepten sus condiciones y eso no es una negociación”, opinó la Doctora.

    Ante la posible alternativa de que desaparezca el TLCAN y México busque firmar un Tratado de Libre Comercio con otros países, la Dra. Hernández recalcó que si no hay propuestas específicas para un proyecto que contemple el impulso de una dinámica interna propia de desarrollo industrial, donde la pequeña, mediana y grande industria mexicana se vea fortalecida y crezca, entonces no tiene sentido buscar firmar tratados de libre comercio con ninguna otra nación, que además ya se han firmado muchos.

    Al ser cuestionada sobre las medidas que podría tomar México para contrarrestar las condiciones de Estados Unidos en estas renegociaciones, la especialista detalló que lo mejor a que puede aspirar el país es a mantener los puntos como están, para continuar con el beneficio laboral generado por la maquila, la cual es y ha sido un atenuante en contra del desempleo. Pero también para aprovechar que México desarrolle capacidades productivas que  le permitan ser el abastecedor de los insumos de la industria maquiladora, y no ser la plataforma o intermediario del mercado de otros países.

    A modo de conclusión, la Dra. Hernández Bielma planteó que México debe negociar puntos específicos que realmente beneficien a largo plazo la economía nacional y no buscar beneficiar a terceras partes ya que en 23 años no se han visto aún resultados positivos para la economía interna.


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