Celosos el Deber

Se estrena Capella con desalojo

Por:Francisco Arzave

El desalojo de 27 manifestantes autodenominados “Indignados” adscritos al movimiento “Ocupemos Tijuana “del camellón Paseo de los Héroes la madrugada del martes , fue el estreno del Secretario de Seguridad Pública Municipal Alberto Capella y de su Director de Policía, el militar, Ricardo Hernández Garduño.

La “difícil” tarea de arrestar a esta veintena de jóvenes, muchos de ellos profesionistas que acampaban pacíficamente, se hizo -según versión de la policía- a raíz de la queja de un vecino, por lo que se tuvo que aplicar el Bando de Policía y Buen Gobierno. Tal celo en el cumplimiento del reglamento municipal pinta de cuerpo entero la actitud de las nuevas autoridades de seguridad pública frente a las demostraciones de inconformidad, pero esta decisión los pone en una encrucijada.

En pos de elemental congruencia, la corporación del Alcalde Carlos Bustamante tendrá que actuar contra los opositores al proyecto del Zócalo 11 de Julio, que desde hace meses acampan en el llamado parque Benito Juárez frente al palacio municipal en protesta por la intención de modificar la zona para construir un megaproyecto de regeneración del área. También tendrán que actuar contra los “Antorchistas” quienes desde hace cuatro meses acampan y desafían a la autoridad estatal a la que acusan de incumplir promesas de apoyo en el propio centro de gobierno.

La policía municipal y sus compañeros de la estatal preventiva, deberán utilizar todo lo que aprendieron en la academia para meter en cintura a ambos grupos de inconformes porque el desorden salta a la vista y las quejas también. De igual forma deberán aplicar el reglamento para poner alto a las continuas manifestaciones de grupos como el Movimiento Urbano Popular (CEMUP) que constantemente se hacen presentes en la sede municipal para demandar a gritos la atención gubernamental a sus problemas. El mismo tratamiento deberán recibir los vendedores ambulantes organizados ; un dolor de cabeza para la autoridad en turno, pero cuyo apoyo es buscado en tiempos electorales. Atendiendo a quejas ciudadanas, las autoridades de seguridad pública tendrán que impedir los bloqueos de los transportistas en la Zona del Río cada vez que deciden presionar al gobierno.

El enfrentar las manifestaciones con la fuerza policiaca siempre es un error. El campamento de los “indignados” hubiera pasado inadvertido por el grueso de la comunidad si las autoridades no hubieran reprimido tal demostración de molestia; ahora los “indignados” tienen otra razón para estarlo, la policía los hizo protagonistas y los llevó a llamar la atención de los medios de comunicación. La Procuraduría de los Derechos Humanos ya inició una investigación que podría terminar en la primera recomendación a este ayuntamiento y lejos de desmantelar el campamento, sólo les dio el argumento perfecto para “ocupar Tijuana”.

Hasta la próxima.