La redundancia es la repetición o uso exagerado de una palabra, expresión o concepto, pero también, es la reiteración de información incluida en textos o mensajes, que permite, pese a la ausencia de esta, rearmar su contenido.
En la redundancia se presentan algunos términos o frases con contenidos predecibles ante el resto de la información, por lo tanto, lo redundante no aporta datos nuevos, ni descriptivos ni explicativos, por el contrario, reitera lo que ya se conoce o lo que se presenta en otras partes de los contenidos.
Sin embargo, es bueno saber que la redundancia está presente en varios países de habla hispana, por ejemplo, en España (pues para ellos estas expresiones hacen parte de sus cotidianidades y, aunque no estén aceptadas por la Real Academia Española —RAE—, son utilizadas por la mayoría de las personas). Lo anterior se da debido a las variantes del idioma español (formas diferentes que se tienen para hacer uso de una lengua).
El pleonasmo se define como el uso de uno o varios términos innecesarios, para darle un sentido completo a la oración y con los cuales se le asigna expresividad a lo que se quiere decir.
El pleonasmo es un tipo de redundancia donde se usan, reiteradamente, términos o sinónimos del mismo, frases y conceptos, los cuales hacen que la idea, dentro de la oración, se vuelva excesiva y superflua.
Nota: Al preguntarle a la Fundéu (Fundación del Español Urgente) sobre si existe alguna diferencia entre redundancia y pleonasmo, respondieron: “Hay quienes lo llaman pleonasmo cuando es una figura y redundancia cuando es vicio, pero, normalmente, se toman como sinónimos; la redundancia es más general y común, y el pleonasmo es un término más técnico”.