Celebra El Colef 34 años de investigación científica con reconocimiento a sus sedes regionales
Tijuana, B.C., a 3 de agosto de 2016.- Este miércoles 3 de agosto, El Colegio de la Frontera Norte (El Colef) conmemora su aniversario número 34 definido por su investigación y docencia de alto nivel académico y donde, además, genera conocimiento científico desde una perspectiva transfronteriza con reconocimiento internacional debido al alto nivel de sus investigaciones y la calidad de sus posgrados.
En ese contexto, una de las principales misiones de El Colef es la generación de conocimiento científico y social sobre la frontera entre México y Estados, y aunque todas las ciudades fronterizas del norte del país tienen en común ser vecinas de Estados Unidos, no es lo mismo vivir al lado de California, que de Arizona o de Texas. Por ello, desde su fundación, El Colef se dio a la tarea de establecer sedes regionales desde el Golfo de México hasta el Océano Pacífico.
A partir de esto, las sedes que conforman a El Colef en las diversas ciudades fronterizas y las fechas en que iniciaron operación son: Ciudad Juárez y Mexicali, ambas comenzaron en 1984; Nuevo Laredo y Matamoros, en 1985; Nogales, en 1986; Monterrey, en 1989; y Piedras Negras, en 1991. Mientras que la sede central, Tijuana, inició en 1982, y fue fundada por el Dr. Jorge A. Bustamante y la Dra. Guillermina Valdés Villalva.
“Guillermina era mi segunda a bordo en la concepción y en el desarrollo inicial de la institución. Su pensamiento permeaba toda la creación y el desarrollo de los primeros años de la institución. Otra persona muy importante para mí, fue Mario Ojeda. Sin su apoyo, no hubiera existido El Colegio de la Frontera Norte”, informó en entrevista el Dr. Bustamante Fernández.
El tamaño de las sedes regionales, el perfil de algunos de sus investigadores, así como la estrecha relación con los agentes locales de ambos lados de la frontera, generó formas de trabajo sumamente eficientes; y aunque algunas oficinas como las de Nogales o Piedras Negras poseen una infraestructura muy reducida, han sido consideradas en cada entidad, como un referente fundamental en el tema de la investigación social, científica y académica.
Por otro lado, una estrategia que usó y en la actualidad utiliza El Colef con respecto a la integración de su personal académico en las distintas sedes, fue la de incorporar a catedráticos recurriendo a su mercado interno de trabajo, es decir, a la contratación de sus egresados de maestría y doctorado.
Era natural pensar para un egresado de El Colef, que su lugar de trabajo en el futuro sería alguna de las oficinas regionales. De acuerdo con la Dra. Araceli Almaraz, de la Dirección General de Docencia, alguno de los aspectos positivos de estas contrataciones son:
-Se conoce totalmente su formación académica
-Hay una confianza que se construyó a lo largo de su trayectoria como estudiantes.
-Cuentan con la “marca Colef”, es decir que saben trabajar bajo presión.
-Conocen perfectamente a la institución lo que facilita su adecuación a las exigencias y ritmos de trabajo de la institución.
-Se sienten orgullos de trabajar en la institución que los formó.
-Por edad, tienen mucha energía y facilidad-disposición para desplazarse y migrar a otras ciudades.
En tanto, de acuerdo a la Dra. María Eugenia Anguiano, investigadora del Departamento de Estudios Sociales, el conjunto de investigadores jóvenes y los que se están integrando provenientes de las cátedras Conacyt, traen consigo nuevas perspectivas, no sólo en los estudios temáticos de migración, medio ambiente, economía y/o estudios culturales, sino por ejemplo, masculinidades, que hoy se trabaja desde Matamoros, o por ejemplo, energía y cambio climático, que ya se trabaja en otras sedes.
En conclusión, tanto a nivel institucional como regional se requiere contar con infraestructura que permita el desarrollo de formas creativas de producción intelectual y de participación ciudadana. Las sedes regionales de El Colegio de la Frontera Norte son piezas claves para esta cohesión, para sus respectivas regiones y en general, para el país, ya que las sedes permiten la cobertura académica de la geografía fronteriza, y así, permiten también conocer las especificidades locales/regionales, así como las tendencias a nivel fronterizo, nacional y global.