Muertos y vivos
Francisco Arzave
Ahora que la pandemia aprieta, la confianza de que las cosas se están haciendo bien se pone a prueba.
Mientras el gobierno Baja California reporta 33 muertos y 414 casos confirmados, al 13 de abril, las historias de todo tipo sobre cómo va la pandemia y lo que se está haciendo para enfrentarla vuelan en redes sociales y medios tradicionales.
Entre acusaciones de falsedad todos lados, tanto autoridades como particulares entraron en una guerra de declaraciones que poco ayudan a la unión y comprensión objetiva y serena de la situación, tan necesaria en estos momentos.
Personalmente he escuchado historias de verdadero terror de lo que pasa en el interior de los hospitales habilitados para atender exclusivamente la emergencia. “no tenemos material, ni equipo para trabajar, los directivos se fueron a sus casas y muchos pacientes ya llegan muy malos y ya no salen, comentó una empleada, visiblemente consternada y agotada por las largas jornadas de trabajo.
Las quejas de empleados del IMSS son ciertas en el sentido de que ellos lo dicen, finalmente son los que están en primera línea en esta batalla. El propio gobernador Jaime Bonilla se sumó a los dimes y diretes al afirmar que “las quejas del personal del IMSS son en su mayoría ciertas” y que “no se puede tapar el sol con un dedo”. Desestimó el esfuerzo del IMSS al afirmar que “Ha habido un descuido del seguro social por lo menos en Baja California, el seguro social no se ha puesto las pilas, es una dependencia federal que tiene su delegación aquí, pero nosotros constantemente les hemos pedido que se aplicaran”.
Por su parte autoridades del IMSS aseguran tener todo lo necesario y estar preparados para recibir a los contagiados por el virus y enfrentar la emergencia.
Por otro lado, hay informaciones tan inverosímiles como que los anfiteatros de esos hospitales están llenos de muertos, esa afirmación circulada en redes, desde luego exige una comprobación, hasta el momento nadie ha podido hacerlo, por lo que debemos atenernos a la información oficial y no crear confusión y pánico.
Al margen de la veracidad de las cifras y las historias, lo único cierto es que está en nosotros es cuidarnos, porque una vez infectados, habrá muy pocas probabilidades de que nos atiendan adecuadamente, por lo menos en los hospitales públicos. No lo eche en saco roto. Hasta la próxima.