Ensenada, Baja California, México, 06 de enero de 2019. Con el objetivo de
llevar una vida saludable y prevenir ciertas enfermedades, se han
desarrollado distintos dispositivos que monitorean nuestra salud.
Brazaletes que cuentan pasos, horas de sueño o miden la frecuencia
cardíaca. Relojes inteligentes que nos avisan cuándo es momento de tomar
algún medicamento o llevar algún tipo de control.
Los datos que recaban, éstos y otros dispositivos, generan información que
se sube a la nube (Internet). En la mayoría de los casos, se va creando un
expediente electrónico que puede ser analizado por un profesional de la
salud o por esquemas de inteligencia artificial.
A este conjunto de dispositivos y aplicaciones, se le llama Internet de
las cosas médicas. Este concepto se entiende como la incorporación de las
tecnologías de la información y comunicación (TIC) a los servicios
médicos, es decir, es un acercamiento médico sin contacto físico entre el
profesional de la salud y el paciente.
El Dr. Salvador Villarreal Reyes, investigador del Departamento de
Electrónica y Telecomunicaciones del CICESE, comparte que el costo
aproximado para verse beneficiado por el Internet de las cosas médicas
(entre el kit y el Internet) es de 10 mil pesos.
¿El Internet de las cosas médicas, es accesible para todos?
Desafortunadamente no. México, por ejemplo, cuenta con 53.4 millones de
personas en situación de pobreza, de las cuales el 20% vive en un contexto
rural. Los resultados de la Encuesta Nacional sobre Disponibilidad y Uso
de Tecnologías de la Información en los Hogares (ENDUTIH) 2017, muestran
que, aproximadamente 40% de la población no utiliza Internet. Y que su uso
es un fenómeno urbano, ya que el 86% de los usuarios se concentra en estas
zonas.
Otra cuestión es que, la mayoría de los dispositivos o aplicaciones
médicas no se encuentran disponibles en sistemas de salud pública, a pesar
de que en México es el principal esquema de atención.
“El Internet de las cosas médicas, entre otras cosas, promete monitoreo
remoto de pacientes, vida asistida, salud preventiva y bienestar. Todo
esto se escucha muy bonito. Pero esto sucede en Estados Unidos o Europa.
¿Cómo podemos trae ese concepto a México con tantas diferencias? Se habla
mucho de bienestar, pero ¿por qué en México no hay bienestar para todos?”,
reflexiona el Dr. Villarreal Reyes.
De la Internet de las cosas médicas, al Internet de las cosas médicas de
salud pública
El Dr. Salvador Villareal lidera el grupo de investigación Avanzada en
Redes de Telecomunicaciones y Sistemas (ARTS), el cual se ha propuesto
trabajar en el desarrollo de tecnología aplicable al contexto mexicano.
“Estamos trabajando en desarrollar protocolos para brindar soluciones de
telesalud o teleconsulta, sobre anchos de banda que funcionen desde el
punto de vista económico. No es lo mismo que yo ponga un enlace satelital
de 1MB por segundo, a uno de 512 KB por segundo, la diferencia de precio
sería significativa. Si elegimos el primero, probablemente no sería viable
desplegar servicios de salud en comunidades de 100 habitantes o menos,
pero si utilizo el segundo ya podría ser costeable a nivel gobierno”
explicó Villarreal.
El grupo ARTS también desarrolló para la Secretaría de Salud de Colima
“a-Prevenir”, un quiosco de salud preventiva cuyo objetivo es que el
paciente obtenga sus mediciones básicas: ritmo cardíaco, estatura, peso,
glucosa…, y así fomentar el automonitoreo de salud.
Con “a-Prevenir”, indicó el Dr. Villarreal, se pretende automatizar la
captura de datos y brindar a la población el concepto de cuidar su salud,
de medirnos y ver cómo estamos. Todo ello sin que el paciente realice una
inversión monetaria.
Otra acción consiste en retomar las teleconferencias. “Estamos
desarrollando codificadores para audio cardiopulmonar. Ya existen
estetoscopios electrónicos que se conectan a un sistema de
videoconferencia (Skype) y ya podemos tener un sistema de
teleauscultación. Sin embargo, en ocasiones un soplo se convierte en dos,
de una cardiopatía se convierte en otra, de un problema pulmonar se
convierte en otro. ¿Por qué?
”Porque este tipo de sistemas (Skype) en realidad transmite parte de la
información y el resto la adivina. Eso funciona cuando es solamente voz y
no cuando es un audio cardiopulmonar. Nosotros, estamos trabajando en una
solución que permite hacer transmisiones, sobre los mismos anchos de banda
que ofrecen estas soluciones, pero sin meter esos problemas”, señaló el
investigador del Departamento de Electrónica y Telecomunicaciones.
Al final, indica Villarreal, lo que se quiere es cambiar el concepto de
Internet de las cosas médicas a Internet de las cosas médicas de salud
pública.
“Es necesario hacer investigación multidisciplinaria para comprender cómo
el concepto de Internet de las cosas médicas puede aplicarse en un país
como México. Muchas veces hablamos de Big Data, de los grande avances
tecnológicos, pero nos olvidamos del contexto. La información de
satélites, teléfonos móviles y otras fuentes no serán la panacea para
muchos de los problemas, si no consideramos el contexto o la población
objetivo al que queremos llegar”, finalizó Villarreal.