Tijuana, B. C., a 3 de junio de 2018.- Las comunidades y gobiernos de ambos lados de la frontera comparten los mismos ecosistemas y la responsabilidad de protegerlos, pues solo un espíritu colaborativo y el trabajo coordinado pueden evitar que se repitan casos como la tala de árboles causada por una plaga en el parque Los Sauces de Playas de Tijuana.

Así lo remarcó el ingeniero bioquímico José Carmelo Zavala Álvarez, director del Centro de Innovación y Gestión Ambiental (CIGA), afirmando que la tala de árboles realizada desde el 2015 a la fecha en el parque de conservación Los Sauces es un caso emblemático y una muestra más de lo vital que hoy resulta una colaboración obligada en la frontera.

“De este lado, el gobierno no construye suficiente infraestructura para el manejo de aguas residuales que contaminan las playas, mientras que en el norte, el gobierno fracasa en el cerco fitosanitario para contener la plaga que destruye biodiversidad y áreas verdes en Tijuana; ambos casos dañan la calidad de vida de una comunidad con ecosistemas compartidos”, destacó.

Zavala Álvarez explicó que Los Sauces es una cañada, una subcuenca pequeña que en forma natural drena desde el lado mexicano a Estados Unidos, a Imperial Beach, al estero del Río Tijuana, pero esto es su oportunidad y también su desgracia, pues a fines de 2015 se detectó una plaga del escarabajo barrenador polífago (PSHB, por sus siglas en inglés).

“Si bien la ley de gravedad lleva el agua hacia el norte de la frontera, de norte a sur vino la plaga que destruyó el bosque de sauces, atacado por un escarabajo descortezador portador de un hongo que mató gran parte de los árboles”, comentó.

En 2016, la Comisión Nacional Forestal (Conafor) confirmó que 7 mil 600 árboles del parque tuvieron que ser talados y sometidos a una quema controlada para evitar la propagación de la plaga, pero en marzo de 2018, también por plaga, la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales volvió a autorizar el retiro de árboles y la quema del suelo.

Sin embargo, el 24 de mayo de este año, a través de un comunicado de prensa, la Conafor confirmó que han concluido los trabajos de sanidad forestal en el parque Los Sauces y que fue erradicado el insecto, mismo que había sido detectado a finales de 2015 y que afectó a 1.58 hectáreas de arbolado adulto de sauce y pimentero brasileño.

“Recién terminado parte del saneamiento que inició hace casi tres años, con el corte y quema de árboles, la aplicación de fungicida para acabar con el hongo, trampas de monitoreo y un cerco fitosanitario muy costoso, el parque sigue exigiendo el trabajo coordinado de varias dependencias gubernamentales”, recalcó el director del CIGA.

José Carmelo Zavala enfatizó que el fracaso de las medidas fitosanitarias en Estados Unidos, en Imperial Beach causó un daño irreparable en el lado mexicano, de allí la importancia de que comunidad y gobierno trabajen unidos, puesto que el monitoreo biológico obliga a trabajar con las comunidades.

“Desde luego que en un vecindario amigable no se puede acusar de intencionalidad, sería una actitud hostil con nuestro vecino obligado, pero sí se requiere mucha comunicación que abone al espíritu de colaboración, de eso depende el futuro compartido, solo así se construye un futuro posible”, consideró.

Por eso festejamos, añadió, la participación social en la frontera, porque es vital para superar las controversias entre jurisdicciones y competencias de los gobiernos de ambos países, los cuales no pueden, porque no tienen una estructura diseñada para responder a lo que exige un ecosistema compartido.

El director del CIGA aplaudió la reciente creación del Consejo Ciudadano para el Parque de Conservación Los Sauces, que presidirá Margarita Díaz, vecina del fraccionamiento Playas de Tijuana, quien cuenta con un largo trabajo en temas ambientales, especialmente a través de la asociación Proyecto Fronterizo de Educación Ambiental (PFEA).

“En la atención de migrantes, niños, adultos mayores y personas con adicciones, la participación social suele ir más allá de la crítica y actuar para complementar a las tareas de gobierno, en una construcción social y ampliada del Estado, pero creo que el sector ambiental es la vanguardia, lo más avanzado en participación social en la frontera”, opinó.

El futuro de la cuenca del Río Tijuana depende de esto, afirmó, depende de un trabajo coordinado, como lo prueba la muerte que llegó del norte en Los Sauces hace tres años y la forma en que la sociedad se organiza para la ardua tarea de recuperación, lenta, pero con esa visión de largo plazo tan ausente en el gobierno.

Finalmente, dijo que el agua, limpia y sucia, drena al norte de la frontera, causando reclamos de la comunidad, mientras que el escarabajo viajó al sur, causando el reclamo social, puesto que se trata de una sola comunidad buscando mejor calidad de vida en sus playas y parques, por eso acá la comunidad reaccionó con este nuevo Consejo Ciudadano.