TIJUANA, B.C.- La conferencia Carlos Monsiváis, en sus 80 años a cargo de Juna Villoro se llevó a cabo en el Ciclo México a través de la cultura en la Sala Carlos Monsiváis del Centro Cultural Tijuana, en el marco de las celebraciones a ocho décadas de su nacimiento.
“Una de las características básicas de Monsiváis fue la indagación absoluta, una curiosidad omnívora para acercarse todos los detalles posibles”, afirmó Villoro ante una sala llena.
“Como coleccionista tiene también su importancia, el coleccionista logra insertar en un discurso lógico que sin él no estarían ahí, Monsiváis logra darle importancia a estos objetos gracias a la mirada que les da, su papel como intercesor y medidor del valor de lo popular que prácticamente era un tribunal de una sola persona, que podía establecer lo que valía o no la pena”, explicó.
Precisó que el escritor logró una escritura prolífica con una impresionante cobertura de la vida nacional. Cultivó la crónica y el ensayo, principalmente, en torno los problemas actuales y comprometidos con las luchas populares de México y América Latina.
El autor de El testigo, destacó que Monsiváis siempre tuvo un interés especial por la frontera, le llamó mucho la atención esta región, donde cultivó grandes amistades y participó en diversas actividades. Tras la amena conferencia Juan Villoro atendió a sus seguidores firmando sus libros y tomándose fotografías del recuerdo.
Dentro del mismo ciclo de conferencias Villoro presentará el libro La utilidad del deseo, hoy miércoles 16 en la Sala Carlos Monsiváis a las 19:00 horas, una obra de ensayos literarios en los que destaca sus lecturas: la literatura, el teatro infantil, la enfermedad, los enigmas de la traducción y las cartas privadas de autores como Julio Cortázar, Juan Carlos Onetti y Manuel Puig.
“Hay todo un capítulo sobre las cartas de escritores que a mí me interesan mucho, porque yo pertenezco a la que quizá sea la última generación que escribió cartas”, ha dicho Juan Villoro al referirse a este libro.
En La utilidad del deseo Villoro se ocupa, también de la inagotable isla de Daniel Defoe autor de Robinson Crusoe, la celeridad y la culpa en Nikolái Gógol, el arte de condenar de Karl Kraus, la fábula de la conciencia de Peter Handke, las insólitas semejanzas entre los incomparables Ramón López Velarde y James Joyce, así como la tensión entre verdad y mentira en la obra de Gabriel García Márquez.