¿Por qué?

Por:  Francisco Arzave

El sorpresivo cambio del general Alfonso Duarte Mújica como comandante de la Segunda  Región Militar de Baja California plantea una pregunta fundamental: Por qué. Al margen de la rotación interna de la Secretaría de la  Defensa Nacional, sorprende el hecho de que el presidente Enrique Peña Nieto haya dejado de lado la recomendación que le  hiciera el gobernador de Baja California para que el general permaneciera en la región. “le dije al presidente que el general Duarte ha hecho una extraordinaria labor y tiene mucha información sobre lo que pasa en Baja California”, comentó  recientemente el mandatario a algunos reporteros.

Sin embargo tal parece que la solicitud de Osuna fue ignorada por el recién estrenado presidente de la República. En el mismo sentido se habían manifestado grupos de empresarios, especialmente favorecidos por la acción del militar, al quitarles el peso de las amenazas de secuestro que incluso provocaron la salida de algunos de ellos del país.  La iglesia fue otra de las que se sumaron a la recomendación y el beneplácito hacia el militar. Ninguna de esas voces fueron  escuchadas.

Si todo estaba tan bien por qué quitar al general de la región para mandarlo a ocupar un puesto en el Distrito Federal donde se concentran las fuerzas militares y por consiguiente, parece innecesaria la presencia del destacado militar.

Como recordaremos,  durante la gestión de Duarte Mújica en la Segunda Región Militar se dieron fuertes golpes al crimen organizado, como el descubrimiento del plantío de 120 hectáreas de marihuana en la zona de San Quintín, la detención  de importantes jefes del narcotráfico, pero sobre todo, su principal aportación fue el haber puesto orden en las corporaciones policiacas en particular la policía municipal, profundamente infiltrada por el crimen organizado.

La coordinación de los tres órdenes de gobierno en materia de seguridad aceptada a regañadientes por algunos, fue el logro más importante del general y sin duda hará falta, independientemente de la dirección que tome la estrategia de seguridad que emprenda el gobierno federal.

La decisión del presidente Peña  Nieto da muestras de lo que pueden esperar  los sectores de Baja California ,no sólo en materia de seguridad sino el otras importantes áreas como la economía, educación etc.

Ojalá  todos los sectores de la entidad vayan sentando las bases para integrar un frente común lo suficientemente  fuerte, para tocar las puertas de la federación y exigirle que atienda los problemas regionales  y no esperar la buena voluntad del presidente.